
Decir que Oklahoma es favorito al título no es descubrir nada. Lo fueron el año pasado, cuando lideraron al Oeste con 57-25 y cayeron ante los Dallas Mavericks en la segunda ronda de los Playoffs, 4-2. Y con ese cartel iniciaban el camino por esta temporada que han ido pavimentando de visctorias, buen juego, mejores sensaciones y la impresión de que estamos ante un hegemonía en nacimiento.
Jalen Williams.
Esto último lo tienen que refrendar ganando campeonatos. Y el de esta temporada podría ser el primero. El primero de esta generación maravillosa que Mark Daigneault a logrado engranar con precisión, y el primero de la franquicia desde que se mudó desde Seattle.
En este viaje de dominación que está siendo la temporada de los Thunder, el equipo de Daigneault ha dejado varios récords batidos por el camino, los dos últimos, de un mérito descomunal. Para ser más exactos, uno igualado (con opción de batirlo) y otro pulverizado.
Chet Holmgren.
El primero de ellos habla de la solvencia con la que ganan los partidos. Tras su victoria ante los Pistons, los Thunder se han convertido en el segundo equipo que logra 50 partidos ganados por 10 o más puntos en la misma temporada. Igualan el registro que los Lakers consiguieron en 1971-72. Ahora los Thunder tienen seis partidos para lograr una victoria más por 10 o más puntos y situarse en solitario en un tope que perdurará muchas temporadas.
En 1972, por cierto, los Lakers fueron campeones de la NBA. Y no sólo ellos, en el escalafón, tras los angelinos desde 1972 y los Thunder ahora están con 48 los Warriors de 2017, con 47 los Bucks de 1971, con 46 los Bulls de 1996 con 45 los Bulls de 1997, los Celtics de 2008, los Warriors de 2015 y los Bucks de 2019. Todos ellos fueron campeones de la NBA excepto Milwaukee en 2019 que fue finalista del Este.
Mark Daigneault.
Hay más. Ganando a Detroit, Oklahoma ha logrado un balance de 29-1 contra los equipos del Este, es decir, el mejor récord de un equipo contra los rivales de la otra conferencia en toda la historia de la NBA. Y será otro tope que perdure en el tiempo. A Oklahoma ya no le quedan partidos ante equipos del Este, así que ese 29-1 es inamovible. Su única derrota llegó ante los Cavaliers en Cleveland, 129-122, en un partido sin Chet Holmgren ni Alex Caruso. Y lleva más de un año sin perder en su pabellón ante equipos del Este. Su última derrota fue el 12 de marzo de 2024 ante los Indiana Pacers.
El 29-1 supera el anterior registro en la Liga, 27-3, establecido por tres equipos, todos ellos del Oeste ante equipos del Este: L.A. Lakers de 199-00, Dallas Mavericks de 2006-07 y Golden State Warriors de 2015-16. Lakers y Warriors ganaron el anillo ese año, los Mavs lo habían ganado el año anterior. Los Bulls ocuparían el tercer puesto en el podio con dos 25-3, uno en 1995-96 y otro en 1996-97. En los dos años ganaron el anillo.
Isaiah Hartenstein.
Con el actual 64-12, en gran parte gracias a las 11 victorias seguidas que lucen ahora mismo, los Thunder podrían convertirse en el tercer equipo de la historia en lograr las 70 victorias. Quizá no lo hagan, pero tener la ocasión de hacerlo faltan seis partidos tiene un mérito gigantesco. Tienen que jugar ante los Rockets en Houston, dos veces seguidas frente a los Lakers en Oklahoma y visitar a los Suns, los Jazz y los Pelicans. Sólo los Warriors, 73-9 y los Bulls, 72-10, llegaron a los 70 triunfos en una temporada.
Por supuesto, los 64 triunfos que lucen ahora son el mejor registro de victorias de la franquicia desde su mudanza de Seattle, mejorando el 60-22 de 2012-13. Como SuperSonics, lograron una vez un 64-18, en 1995-96, año en el que llegaron a las Finales. Es decir, están a una de mejorar su tope histórico.
Y pueden mejorar en más cosas. La plantilla de las 64 victorias de OKC es la vigesimoquinta en la historia de la NBA que llega a 64 victorias. Sólo 21 lograron 65 o más, 17 llegaron a las 66, 13 hicieron 67, sólo seis alcanzaron alguna vez las 68, cuatro se quedaron en 69 o más y, como queda dicho, sólo dos han logrado alguna vez las 70 o más. En uno de esos grupos acabarán los Thunder.
Oklahoma, que tiene al principal candidato al MVP en Shai Gilgeous-Alexander, es mucho más que la gran estrella canadiense. Shai, claro, comanda el equipo con esos 32,8 puntos que le hacen ser el máximo anotador del campeonato. Muy cerca en rendimiento está Jalen Williams, 21,3, y luego Chet Holmgren (14,8), Aaron Wiggins (11,7), Isaiah Hartenstein (11,2), Luguentz Dort (10,2) y Isaiah Joe (10,0), es decir siete jugadores que aportan 10 o más puntos en todos los partidos. Una ofensiva perfectamente calibrada todo el año, incluso por bajas con lesión, combinada con una defensa casi perfecta en la que el primero en intensidad es su estrella, Shai, con ayudas constantes. El resultado es un equipo redondo que ya es, por méritos propios, el favorito número 1 al anillo… y quizá a una hegemonía en la NBA.
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