
Cruce de equipos en racha. El Barcelona, nueve victorias seguidas, recibió la visita de un Betis lanzado: encadenaba seis triunfos. El recorrido de ambos hacía presagiar un choque reñido, y lo fue. Ambos conjuntos ofrecieron un partido disputado, atractivo y emocionante, en el que, aunque cueste creerlo, Lamine Yamal no estuvo acertado. El Barça no aprovechó como esperaba la oportunidad de dar un golpe en el liderato de la tabla y aprovechar el tropiezo del Real Madrid contra el Valencia. Pero amplía, un punto más la distancia con el segundo: está a cuatro puntos.
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Qué bonita relación tienen Gavi y Flick
El centrocampista andaluz celebró su partido 100 con el Barcelona en LaLiga con su primer gol en la competición nacional esta temporada, el tercero en total: marcó en la Copa, precisamente en el cruce contra el conjunto de Pellegrini en octavos, y en la Supercopa, en semifinales contra el Athletic. Y nada más superar a Adrián no quiso celebrarlo con sus compañeros. El internacional, con pasado verdiblanco, se fue escopeteado a abrazarse con Hansi Flick, con el se fundió en un gran abrazo. No es la primera vez que el centrocampista, que contra los andaluces se movió en la mediapunta y no de falso extremo, muestra su alegría corriendo a compartir su felicidad con su técnico. La relación que tienen es muy especial, y no dudan en mostrarla.
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Marc Bartra, omnipresente
El central catalán fue uno de los jugadores más determinantes del cruce de Montjuïc. El exjugador del Barcelona se anticipó bien, y anuló, a los futbolistas azulgranas en varias ocasiones de claro peligro. Estuvo atento, rápido, bien posicionado, ágil y contundente cuando fue necesario. Pero también regaló algunos balones al espacio a sus compañeros que fueron tesoro puro. Y se le vio por todo el campo, sin descuidar su labor de contención. El zaguero verdiblanco firmó un excelente encuentro.
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Raphinha, celebrado
El internacional brasileño fue suplente: fue una de las sorpresas del once azulgrana. Flick le quiso dar descanso y puso a Ferran Torres, que había visto puerta en los últimos cuatro encuentros, en la banda izquierda. El exatacante del Leeds, que suma 27 goles y 20 asistencias entre todos los torneos, confirmó el gran amor que le tiene la grada culé. Nada más comenzar a calentar, en la segunda mitad, el Olímpico empezó a corear su nombre. Los seguidores se rinden ante su calidad y ante sus registros. Tuvo acciones de peligro que obligó a Adrián a lucirse y que fueron reconocidas por los aficionados. Durante los minutos que estuvo en el césped, no dejó de recibir aplausos.
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No fue el día de Lamine: es humano
Increíble, pero cierto. El menudo atacante culé es humano. No disputó un buen partido. No fue el futbolista determinante al que nos tiene acostumbrados. En algunas acciones, estuvo precipitado y un tanto impreciso, no se entendió con sus compañeros ni leyó o interpretó bien algunas jugadas. No estuvo inspirado ni decisivo en sus desmarques o unos contra unos. Además, algunos compañeros, especialmente Robert Lewandowksi, se llegaron a impacientar porque le costó soltar el balón. eso sí, se vació como siempre y nunca dejó de mirar la puerta de Adrián. Pero pareció humano. Habría que guardar este partido grabado porque es raro que parezca terrenal: es una buena noticia para nuestra especie. Es de los nuestros.
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Adiós a las rachas
El Barcelona llegó al cruce contra los de Pellegrini con nueve victorias seguidas en LaLiga. El Betis enlazaba seis. Una trayectoria así ya presumía un encuentro reñido. Y lo fue. No decepcionó. Fueron 90 minutos entretenidos que se saldaron con reparto de puntos. Los azulgranas, por lo tanto, no aprovecharon el traspiés del Real Madrid con el Valencia para dar un golpe importante en el liderato, aunque ampliaron un poco más la distancia con los de Ancelotti, que están a cuatro.
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