Pedalear en Alaska: “Hasta el sudor te puede congelar”
Acaba de aterrizar desde Alaska pero da la impresión de que sólo ha llegado su cuerpo. Su mente se ha quedado allí. Willy Mulonía (Brescia, 1967) continúa en guardia. “Sé que no me tengo que preocupar de buscar un sitio para dormir, que ya estoy en casa, pero sigo pensándolo. He llegado a tener hasta fiebre una vez que he llegado a España”. No es extraño lo que sucede con Willy. Suele ser normal entre quienes acaban de vivir una gran aventura y regresan a la civilización. Lleva un periodo adaptarse de nuevo a la rutina y Willy está en ese proceso. No encaja del todo. No todavía. Da la impresión de estar más feliz sentado en un trozo de hielo que en la confortable cafetería que nos acoge.Así que el periodista no tiene más que dejarse transportar hasta Alaska […]