Queda poco que rascar
Seis años y casi siete meses llevaba el Sevilla sin perder un partido de LaLiga en el estadio Benito Villamarín. Aunque la racha debía caer por su propio peso más pronto que tarde, no dejaba de ser uno de los pequeños logros en los que venían amparándose los de Nervión. También era una de las últimas esperanzas de engancharse a la lucha europea esta temporada y, de paso, reconciliarse con su afición. Como ya le sucedió en la jornada anterior frente al Athletic, no es que los sevillistas cuajaran una mala actuación en general, sino que ante adversarios de mayor enjundia seguramente no les dé para más.El Gran Derbi arrancó según el guión previsto. El Sevilla recurrió al contraataque con el fin de ser competitivo, un plan que al inicio salió bien con el gol de Rubén Vargas y amenazando […]