Sean O’Malley (18-2) se está tomando muy enserio su revancha ante Merab Dvalishvili (19-4), que se celebrará este sábado 7 de julio en Newark en el evento estelar del UFC 316. Desde que el peleador georgiano le arrebatase el cinturón de peso gallo el pasado septiembre, ‘Suga’ ha hecho cambios importantes en su vida con tal de sacar su máximo potencial de cara a esta pelea. De hecho, el americano ha pasado de ser uno de los personajes de la UFC más activos por redes sociales a desaparecer prácticamente del mapa, de ahí que haya tantas expectativas puestas en su regreso.
Según el propio peleador, en su primer combate ante Merab no estaba ni al 50%, ya que una lesión de cadera le impidió defender bien los derribos y poder hacer su plan de pelea. Sin embargo, la operación a la que se ha sometido no es lo único que ha cambiado, ya que O’Malley ha decidido cortar de raíz la mayoría de sus malos hábitos. “Simplemente dejó la marihuana y se alejó de Instagram, Snapchat y Twitter. Ahora ya no piensa en esas cosas, creo que está mucho más tranquilo“, reconoció Tim Welch -su entrenador- a Ariel Helwani.
Ahora ya no piensa en esas cosas, creo que está mucho más tranquilo
Hasta el UFC 306 de ‘La Esfera’, eran habituales los vídeos de O’Malley fumando marihuana mientras entrenaba, además de ser uno de los peleadores más mediáticos y activos por redes sociales. Sin embargo, ‘Suga’ se dio cuenta de que todo aquello le estaba limitando como persona y peleador, y como ya reconoció hace unos meses ha cortado por lo sano.
Ni masturbación, ni videojuegos, ni marihuana, ni redes… Sus últimos meses los ha pasado entrenando en silencio para dar lo mejor de sí, y su tiempo libre lo ha empleado en su familia. Habrá que ver si esta nueva vida le sirve para frenar a Dvalishvili, que viene de derrotar a Umar Nurmagomedov y ha reconocido que esta vez su intención es finalizar a O’Malley.
Cara a cara entre O’Malley y Merab Dvalishvili.
Un hecho inaudito desde 2020
Otro rasgo que caracterizaba a O’Malley en sus últimos combates era sus trenzas de colores. Para cada pelea ‘Suga’ se teñía sus trenzas de una manera diferente, y no lo hacía público hasta pocas horas antes de la pelea. Era una estrategia de marketing que le permitía estar en boca de todo el mundo, pero eso también se ha acabado. En esta ocasión, O’Malley no se teñirá las trenzas, algo que no pasaba desde 2020. ‘Suga’ parece haberse cansado de dar la nota fuera del octágono, y ahora su intención es evitar cualquier distracción más allá de la pelea en sí.
De hecho, en su último combate ante Merab se dio cuenta de que estaba forzando odiar al georgiano, mientras que para esta pelea ha reconocido que no se lo ha tomado personal. Además, ‘Suga’ ha tenido otro hijo hace menos de dos semanas, y la vida ha cambiado mucho para él, lo que ha influido en su mentalidad. “Cambié porque me puse a pensar cómo podía ser más feliz. Me quité las distracciones, pero para mí como persona, ni siquiera para mi faceta de atleta“, ha reconocido O’Malley en la rueda de prensa del UFC 316.
Me quité las distracciones, pero para mí como persona, ni siquiera para mi faceta de atleta
Eso sí, los cambios también han influido en su faceta profesional. “Eso también me ha hecho ser un mejor peleador. Tengo 30 años, hasta ahora no habíais visto mi mejor versión, y creo que esta es la primera vez que va a pasar. Quiero estar aquí el máximo tiempo posible, la longevidad es algo en lo que pienso”. Está claro que el americano es una persona totalmente diferente a la que se enfrentó a Dvalishvili por primera vez hace nueve meses, y ahora está por ver si eso influirá directamente en el resultado del combate.
This news was originally published on this post .
Be the first to leave a comment