
El Barcelona sigue asimilando y sacando conclusiones, y aprendizajes, de la dolorosa derrota en el Sánchez Pizjuán. El Barça encajó una de las goleadas más destacadas de los últimos años (4-1), perdió el primer puesto de la clasificación y encadenó la segunda derrota, tras caer en Champions League contra el PSG. El vestuario analizó brevemente lo sucedido en Sevilla y lo seguirá haciendo, pero más allá de la falta de puntería adoleció de escasa agresividad y sacrificio defensivo.
Sevilla 4-1 Barcelona: resumen y goles LaLiga EA Sports (J8)
Los datos no dejan lugar a dudas. Más allá del penalti fallado por Robert Lewandowski, los culés fueron protagonistas en la parcela ofensiva remataron 17 veces (13 el Sevilla) de los que 8 disparos fueron a puerta (5 del conjunto andaluz). Aunque sólo marcaron un tanto, el de Marcus Rashford, entre otros motivos por el acierto de Odisseas Vlachodimos. El balón también fue de los azulgranas (tuvieron una posesión del 61 por ciento) y dieron 363 pases (por 205 de los locales). Pero sus registros defensivos y sus escasas y poco contundentes intervenciones en la contención les dejaron en evidencia y ayudan a explicar la goleada encajada.
Así, el Barça evidenció una falta de sacrificio defensivo importante. Por ejemplo, sólo fue capaz de recuperar 39 balones: el Sevilla 50. En el choque del Sánchez Pizjuán, además, también destacó el diferente papel protagonista de los porteros: Szczesny hizo una parada y 0 despejes por las 7 y 2 respectivamente de Odisseas Vlachodimos.
Del paradón de Vlachodimos al fallo de Szczesny que condenó al Barça
Dotes combativas del Barça
Pero el Barcelona también adoleció, en esta octava jornada de LaLiga, de una clara escasez de agresividad e intensidad en sus acciones: sólo cometió 9 faltas, la mitad que el bloque andaluz (18). Vio, además, 5 cartulinas amarillas, dos menos que su contrincante.
El Barça se caracteriza por ser un bloque que practica un fútbol de toque, vertical y preciosista, pero necesita desplegar sus dotes defensivas y combativas si ambiciona se campeón. La intensidad y la agresividad son también innegociables, como ya les ha dicho Flick a sus hombres en más de una ocasión. El alemán deberá insistir en es discurso.
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