
Las estrategias financieras son muy habituales en cualquier negocio, y más en uno como los deportes de motor donde se ponen miles de millones en juego. En relación al factor económico y dentro del panorama general de la Fórmula 1, pocas figuras se asemejan a Lawrence Stroll, el inversionista canadiense al mando del grupo Aston Martin Ltd. El empresario del Quebec ocupa el puesto 948 en la lista de Billonarios de la prestigiosa revista Forbes y tiene una fortuna cifrada en unos 3,8 miles de millones de dólares. Deportivamente, es una figura influyente, pues lidera el proyecto deportivo del equipo de Silverstone, mantiene a su hijo como un piloto de futuro en la F1, es jefe de Fernando Alonso y no deja de sumar aspectos a un proyecto pujante.
Alonso, Newey y Lawrence Stroll en la presentación del ingeniero en Silverstone.
La última decisión del magnate trata de poner a la venta una parte del equipo de Fórmula 1. En concreto, decidió prescindir de un paquete de 74 millones de libras, según adelantó Reuters. Pretende alcanzar un objetivo claro, pues ese dinero irá enfocado en la propia compañía Aston Martin. El fabricante británico no consigue despegar y Stroll aumentará sus acciones de la compañía hasta un 33%. El equipo de Fórmula 1, por el contrario, sigue al alza bajo el paraguas del British Racing Green y no deja de reunir a interesados en obtener una parte ‘del pastel’.
Con todo esto, la gran duda se establece en el futuro deportivo del equipo. ¿Apunta a una mayor presencia de la petrolera saudí Aramco como sustituta de la marca Aston Martin? ¿Abre la puerta a otras figuras? Por lo pronto, lo único seguro, bajo el juicio de Stroll, es que será una apuesta ambiciosa. Una que se mantendrá en la élite del deporte. “Estaremos presentes durante décadas”, recalcó. Aunque sí que parece evidente que Aston Martin F1 se ha convertido en una estructura a vigilar y tiene interesados por muchas partes.
“El lugar está más seguro que nunca”, señaló Stroll. Sin dejar caer si entrarán otros interesados para ‘comprar’ más de un equipo que ha elevado su valor hasta los 2.400 millones de euros y no deja de reunir a figuras de élite de la Fórmula 1. Una apuesta ganadora a la que solo le falta el pequeño impulso en la pista.
Vista aérea de la factoría de Silverstone, con el edificio 2 (central) y el 3 (con el túnel de viento en la parte izquierda) terminados.
Algo contrario ocurre con la firma de automóviles. Stroll aumentó su inversión a más de 700 millones de euros y podría crecer hasta un 35% del total. Se debe a que Aston Martin recae en problemas de entrega y suministro, y es víctima de las situaciones en dos gigantes globales, pues en China la demanda cae y en los Estados Unidos hay elevados aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
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