
La NBA no se anda por las ramas a la hora de atajar los comportamientos antideportivos que se producen, cada vez con más asiduidad, en algunos partidos. No les tiembla la mano a la hora de aplicar sanciones y tampoco lo ha hecho esta vez tras la multitudinaria tángana que se produjo hace cuatro días en el partido entre Detroit Pistons y Minnesota Timberwolves.
Donte DiVincenzo y Ronald Holland II, durante la pelea.
La pelea se desencadenó a 8:36 del final de la primera mitad. Stewart había recibido una falta técnica momentos antes al golpear con fuerza a DiVincenzo. Luego, Holland recibió una falta por quitarle el balón de las manos a Reid cerca de la línea de fondo.
Los dos intercambiaron palabras, DiVincenzo se interpuso entre ellos y agarró la camiseta de Holland, y pronto los 10 jugadores en la cancha y varios entrenadores y preparadores físicos se unieron a la pelea, con algunos jugadores cayendo sobre los espectadores sentados en primera fila.
12 técnicas, récord en la NBA desde 2005
Mientras los jugadores eran separados, el entrenador en jefe de los Pistons, JB Bickerstaff, y el asistente de los Timberwolves, Pablo Prigioni, se gritaban uno al otro y tuvieron que ser separados por el personal del equipo. Bickerstaff y Prigioni estuvieron entre los expulsados en un partido que acabó con 12 técnicas, la mayor cantidad en un juego de la NBA desde el 23 de marzo de 2005, según Opta Stats.
Obviamente, las cosas se pasaron de la raya
Hasta aquí el parte de guerra. Y las sanciones no se han hecho esperar. El pívot de los Pistons, Isaiah Stewart, recibió la sanción más severa: dos partidos de suspensión, “por su historial repetido de actos antideportivos”, explicó el vicepresidente ejecutivo de la NBA, Joe Dumars. Mientras que sus compañeros de Detroit Marcus Sasser y Ron Holland II recibieron un partido cada uno. Donte DiVincenzo y Naz Reid, de Minnesota , también recibieron suspensiones de un partido.
Momento de la refriega multitudinaria entre los Wolves y los Pistons.
Prigioni, asistente de los Wolves, y Bickerstaff, entrenador de los Pistons, se libraron de la sanción pese a haber sido expulsados. Este último ya reconoció tras la refriega que las cosas se les habían ido de las manos, nunca mejor dicho. “Obviamente, las cosas se pasaron de la raya”, admitió. “Pero lo que se ve es que los chicos se cuidan entre sí, intentan protegerse, se apoyan mutuamente… Eso es innegociable en nuestro vestuario”, dijo intentarlo quitarle importancia al asunto.
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