
Para entender la exhibición de Carlos Alcaraz en los cuartos de Roland Garros ante Tommy Paul hay que trasladarse a la gira de tierra batida de 2024. Carlitos, que absorbió desde pequeño una técnica perfecta para pegar con la derecha y el revés -lo termina arriba como si lo hiciera a una mano-, siempre tuvo en el saque su talón de Aquiles.
El murciano pasa por encima de Paul y suma su séptima semifinal de un grande con 22 años
Juan Carlos Ferrero tomó la decisión de rearmar a su pupilo. El preparador hizo una modificación en la biomecánica del servicio. Carlitos hacía dos paradas cuando tiraba atrás su raqueta y pasó a realizar una. El campeón de cuatro grandes mejoró la coordinación y, con ello, el porcentaje de servicios y la potencia.
La segunda etapa de la mejora en el servicio llegó en la pasada pretemporada. En el último Open de Australia, estrenó una nueva arma, sin paradas, para ganar ritmo y fluidez. “Hago un movimiento con la muñeca más relajada y sin que haya parada cuando llego con la raqueta arriba. Cuando se juega más relajado, evitas más tensión en el partido”, analiza.
La irregularidad en los resultados del murciano esta temporada antes de aterrizar sobre la arcilla vino muy relacionada a su efectividad en la puesta en escena de la pelota. Desde los octavos de Indian Wells con Grigor Dimitrov hasta las semifinales del Godó con Arthur Fils, encadenó 11 partidos cediendo el saque.
El servicio sigue siendo el tiro que más practica y sigue prefiriendo empezar los partidos al resto porque se siente más cómodo. Ante Paul sumó el segundo duelo en el torneo sin encajar breaks aunque fue más allá en la estadística y sólo perdió siete puntos al saque. Ganó el 88 por ciento de los puntos con el primero y el 83 con el segundo.
Si sacas bien te da confianza para jugar con más definición
Para encontrar una exhibición parecida hay que remontarse a los cuartos de Rotterdam con Pedro Martínez. Perdió cinco puntos.
“El saque es algo que le da confianza y lo debemos mejorar constantemente y evolucionando poco a poco. Pero igual que los demás golpes porque hay veces que la derecha la enrosca un poco demasiado y queremos que sea más directo. En el revés a veces le falta un poquito de altura en las recuperaciones, la dejada que no se le quede en la red. Si sacas bien te da confianza para jugar con más definición”, analiza Ferrero, que estuvo observando el miércoles el partido de Jannik Sinner junto a Samuel López.
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