El nuevo Ricky Rubio ya ha sido presentado por el Joventut. Nuevo porque llega con más ilusión que nunca diciendo que “ha ganado volver a jugar al baloncesto“. En un gran día para todo el mundo del básket, la Penya se apunta el fichaje más especial de la pretemporada.
Tras las muchas dudas que había tras un año sin jugar y sus palabras en el programa de Jordi Évole (“quiero jugar al baloncesto, pero no puedo”), Ricky Rubio ha vencido a todos los fantasmas para recuperar la ilusión de jugar a nivel profesional. Vuelve al Joventut, donde empezó, para jugar en la Liga Endesa y en la FIBA Champions, la competición en la que el Joventut se estrenará esta temporada.
El proceso está completado en su primera parte. Primero el anuncio por parte de la prensa, segundo la confirmación del equipo y finalmente su presentación. Allí, en el Olímpico de Badalona, la que de nuevo volverá a ser su casa, Ricky mostró la camiseta con la que jugará a partir de septiembre y que conserva el mismo número que él hizo grande una vez, el 9. Tras su marcha lo heredó varios años Nacho Llovet, luego Sergi Vidal, lo lució Conor Morgan dos años y Kyle Guy uno. Y el año pasado quedó vacante. Ahora vuelve a su legítimo dueño.
“Estoy capacitado para afrontar un nuevo reto“, dijo Ricky ante la prensa después de ser presentado. “¿Sabemos como irá? Ni idea. Pero lo que sí sé es que lo voy a disfrutar muchísimo. Habrá momentos buenos, malos, pero eso ya será más, enfocado exteriormente como resultados, pero es que yo el resultado ya lo tengo. Para mí ha ganado el volver a jugar desde la diversión y desde la ilusión que tuve ayer y la emoción de recibir todo el cariño que he recibido. Para mí, ya es suficiente, el resto es el extra que viene, y espero que podáis disfrutar de un buen baloncesto aquí en el Olímpic”.
Ricky Rubio, durante su presentación en Badalona.
La palabra ilusión fue protagonista en su regreso a una rueda de prensa. Eso y el agradecimiento al Joventut por abrirle de nuevo la puerta del baloncesto: “Tengo una ilusión que hacía mucho tiempo que no tenía. Estoy orgulloso de hacerlo aquí en casa. Quiero agradecer a la Penya, no estaría aquí si no fuese por sus responsables. Vengo aquí con la ilusión de hacer fuerza, de ser honesto y sumar, que este proyecto y este club esté donde se merezca estar. Intentaré ayudar a los jóvenes, ahora es el momento clave para hacerlo en casa”.
Luego, el base de El Masnou explicó el proceso de su regreso: “Tuve una conversación con una persona que no conocía, y después sucedieron tres o cuatro acciones en tres días seguidos que me hicieron pensar. En mayo entró en mí una semilla, en junio empezaron las conversaciones hacia un objetivo que no sabía como iba a ir hasta hace dos o tres semanas, que vi claramente cómo la ilusión crecía, que el que quería volver era yo”.
Ricky Rubio junto a Juanan MOrales durante su presentación en Badalona.
“Me dí cuenta de que no me conocía. Entender qué son las emociones, canalizarlas, saber cuándo me enfado y por qué me enfado. Es algo que me ha ayudado muchísimo. Lo que me ha motivado han sido varias cosas, pero quería dejar una huella positiva. Volver a un club donde la clave son los jóvenes y se necesita ayudarles con unos valores positivos y de paso hacerlo como jugador, pues así mato dos pájaros de un tiro”, dijo Rubio en su presentación.
El jugador reconoció al final que: “Del 1 al 100, mi nivel de jugar es 200. Me emocioné cuando pensé que volvía a jugar, incluso me cayó una lagrimilla“. También que la Penya será el fin de su carrera: “Será mi último club como jugador. Quizás en un año pueda cambiar de opinión, pero creo que seguiré pensando lo mismo. Este proyecto lo escojo para ser solamente jugador. Puedo dar mi opinión y mi experiencia de 20 años como profesional y compartirla para que el club se pueda nutrir. Después no sé qué me gustaría hacer, ya se verá. Para mí, firmo este año y ojalá pueda jugar más años, pero de momento no lo sé“. Disfrutemos pues de esta nueva etapa de Ricky Rubio.
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