El conjuto rojillo vuelve al punto de partida: con los jugadores justos para disputar la competición. La nueva vida de los jabatos ha comenzado con los mismos problemas que en la campaña pasada, quién lo iba a decir el sábado, 21 de junio de 2025, cuando el Mirandés se jugó el ascenso a Primera división ante el Oviedo.
En el primer partido de liga, los de Fran Justo se presentaron con sólo diez fichas del primer equipo. Un riesgo que aumentó cuando, a los 18 segundos de encuentro, Iker Córdoba fue expulsado. De hecho, para evitar la alineación indebida por alguna lesión u otra sanción, el once inicial disputó los noventa minutos. Aun así, esta tesitura no es nueva en la ciudad de Miranda de Ebro.
Cádiz 1-0 Mirandés: resumen y gol LaLiga Hypermotion (J1)
En el verano de 2024, el Mirandés enfrentó otra situación delicada. El mercado de fichajes avanzaba lentamente y el club no lograba completar su plantilla. Esto llevó a la suspensión de un amistoso contra el Mallorca debido a la falta de efectivos y a la sobrecarga física de los pocos jugadores disponibles.
El comunicado oficial del club reflejaba un momento de incertidumbre y preocupación: “Ante la especial situación de ralentización que atraviesa el mercado de jugadores profesionales actual, sumado a la sobrecarga física de los actuales jugadores en plantilla, propia de esta fase de pretemporada, se ha decidido suspender el encuentro amistoso del próximo sábado 3 de agosto que se iba a celebrar en el estadio de Anduva entre el club y el RCD Mallorca”.
Alineación del Mirandés ante el Oviedo.
De igual forma, pudo completar la plantilla y llegar hasta la final de play-off de ascenso en una temporada donde Anduva fue un fortín. Sin embargo, no fue suficiente para subir de categoría. Con ello, la mayoría de cedidos se marcharon a sus respectivos equipos. Hasta el punto que, en pretemporada, el equipo rojillo sólo dispuso de seis futbolistas, y cinco de ellos eran defensas: Juan Gutiérrez y Sergio Postigo, como los únicos que seguían del curso pasado.
A los problemas de inscripción, al conjunto de Fran Justo se le sumó labaja de Pablo Pérez por una lesión en el cuádriceps de su pierna derecha y la ya conocida sanción a Postigo, tras ser expulsado del Carlos Tartiere en la final de play-off de ascenso. Lo que dejó al Mirandés con 10 jugadores disponibles del primer equipo de los 12 posibles para la primera jornada de LaLiga Hypermotion.
La plantilla del Mirandés, junto a Fran Justo, durante un entrenamiento.
De esta manera, el Mirandés se presentó ante el Cádiz con tres fichajes (Juanpa Palomares, Fernando Medrano y Marino Illescas), seis cedidos (Iker Córdoba, Adrián Pica, Ismael Barea, Aarón Martín, Iker Varela y Gonzalo Petit), un jugador con ficha del filial que también ha llegado esta temporada en forma de cedido (Toni Tamarit) y, un futbolista que ya estuvo la pasada campaña (Juan Gutiérrez).
El resto de convocados cuentan con ficha del filial, lo que implica que cualquier sustitución, sobre todo, tras la expulsión del defensa jabato, hubiera supuesto un riesgo con respecto a la reglamentación de la RFEF, sobre la alineación indebida. Mientras tanto, el club sigue trabajando para traer nuevas incorporaciones antes del final de mercado de fichajes: Carlos Fernández, Martín Pascual y Álex Cardero, los últimos en llegar.
¿Qué dice el reglamento?
La Real Federación Española de Fútbol obliga a que los equipos de Primera y Segunda tengan siempre siete jugadores del primer equipo. Así lo explica en el segundo punto de la décima norma: “Para poder comenzar un partido cada uno de los equipos deberá comparecer y mantener durante todo el desarrollo del mismo, al menos siete futbolistas de los que conforman la plantilla de la categoría en la que milita el equipo salvo lo estipulado en las cláusulas extraordinarias por causas de fuerza mayor. Cuando un equipo no llegue a ese número mínimo, ya sea previo al partido o durante el desarrollo del mismo por cualesquiera causas que den lugar a reducir ese número, la diferencia hasta el exigido de siete no podrá cubrirse con jugadores de otra clase o categoría, adoptando el órgano disciplinario la resolución que proceda”.
Las causas de fuerza mayor se refieren “a cuando en un territorio determinado exista una normativa o una orden gubernativa, y si fuere el caso, debidamente avalada por la justicia competente, que impida el desarrollo de las actividades deportivas de competición federada,ya sea entrenamientos de cualquier nivel, la disputa de partidos en dicho territorio o, que se haya decretado el Estado de Alarma que incluya estas limitaciones”.
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