
Si hay una ciudad europea ligada a la NFL, esa es Londres, que ha sido sede de partidos de la temporada regular desde 2007. No hay una ciudad en el mundo fuera de EE.UU. que haya albergado tantos encuentros de la gran liga de fútbol americano: ya son 42. En 2025, de hecho, hay tres fechas planificados en la City, dos en el Tottenham Hotspur Stadium y otro en el estadio de Wembley, que con el de este curso habrá acogido a la NFL 27 veces. Anteriormente en Twickenham hubo tres partidos.
Los rumores sobre si Londres podía ser sede de la Super Bowl se remontan a hace unos años, pero este han sido algo más que simples rumores. El embajador británico en Estados Unidos, Peter Mandelson, declaró en The Times en agosto: “He hecho una gran campaña para que la primera Super Bowl fuera de Estados Unidos se celebre en Gran Bretaña. No me importa cuándo se celebre, pero quiero que se anuncie mientras soy embajador”. Cabe recordar que la sede de la Super Bowl ya está decidida para los próximos tres años. La de 2029 sigue en el aire y sería la primera posibilidad. La diferencia horaria con la costa este de EE.UU. sería sólo de cinco horas.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, señaló en The Athletic que una Super Bowl “sería muy importante para nosotros”, y el vicealcalde Howard Dawber reiteró esto hace unas semanas en SunSport: “Si alguna vez lo organizaran fuera de EE.UU., somos el lugar obvio para hacerlo. Dado que la NFL busca promocionarse globalmente, celebrar una Super Bowl fuera de EE.UU., en el enclave más accesible para gran parte de su base de aficionados en Europa occidental, también tiene mucho sentido para ellos”. El dirigente, agregó: “Es algo que nos gustaría hacer y hay conversaciones”.
La bola de nieve ha ido creciendo y el comisionado Roger Goodell ha abordado el tema durante una aparición en la conferencia Leaders Week en Londres. Este domingo es el partido Vikings-Browns allí. “Me cuesta pensar en el futuro, pero diría que nuestro principal objetivo es jugar la Super Bowl en los mercados donde tenemos franquicias”, dijo Goodell. “Tiene un impacto económico enorme. La Super Bowl del año pasado en Nueva Orleans tuvo un impacto económico de más de mil millones de dólares. Es una inversión significativa que creemos que nuestras comunidades, donde jugamos, merecen”.
Londres desde luego estaría en una futura pelea, pero para ello antes debería abordar algo más importante que la Super Bowl. El mes pasado, el comisionado admitió que la liga ha considerado la posibilidad de establecer un equipo en una ciudad internacional como Londres: “Hay mercados que sin duda podrían apoyar a un equipo. Siempre nos hemos centrado en dos cosas: ‘¿Cuáles son las consecuencias competitivas de eso? ¿Podemos gestionarlo?’. Por eso, cada año intentamos aprender algo de las Series Internacionales”, expresó Goodell en septiembre. Este año los Vikings están en dos partidos de las Series Internacionales (Dublín y Londres), en lo que es una prueba de gestión a las que hacía alusión el dirigente. Desde luego no habría nada más valioso que una franquicia en la ciudad. Albergar una final sería luego cuestión de tiempo, aunque nada de esto parece cercano.
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